Era como estar en otro tiempo, dentro de un espacio reducido e intimo. Ellas se movían de un lado para otro contorneándose como musas esclavas de algún ente superior que había manipulado la situación para causar este alboroto, no había pudor y tampoco hombres, era una especie de paraíso ,con espejos por todos lados y voces femeninas contando historias que relacionaban intimidades con trivialidades, el olor a perfumes diversos hacia una nube en la atmósfera envolviendo los cuerpos desnudos ,combinándose entre cabellos mojados y rostros sin maquillar .la libertad en ese lugar existía y el pudor era algo que no se entendía, por que ninguna nunca antes lo había sentido ,no habían lenguas que desperfilaran la belleza femenina, no había mente perversa que las sucumbieran al libertinaje, los hombres no tenían acceso a deleitarse con el mítico espectáculo que causaba este harem sin dueño, libres dentro de sus propios sexos dueñas de sus propios cuerpos con algún grado de experimentación casual, estaban llenos de magia ,el ambiente los acogía para volverlos de nuevo vírgenes y castos, dueños del derecho divino, condenados a un abrir y cerrar de puertas, tarde o temprano una por una tendría que salir y volver a el hogar y abandonarlo todo, ocultándose como un secreto valioso reservado solo para creaciones magnificas, esperando con ansias el momento para volver corriendo ,tomar de una vez la toalla y el bolso deportivo para volver al camarín femenino.