Mi hombre elegante

(primera parte)

Era algo elegante, sus opiniones eran discutibles, no eran para tomarlas como propias, eran contrarias a toda posición de libertad y justicia, pero extrañamente el era el hombre mas libre y justo.Venia de algún lugar, algo así como una agrupación secreta, de hombres con relojes colgantes en los bolsillos y pantalones a cuadrilles, algo bohemio, pero él (secretamente), odiaba a ese tipo de gente.Lo encontré por primera vez, en un antro de aquellos, esos antros que encarcelan y duelen a la vez, los que odias y al dejarlos dan nostalgia, el era de los que no hablaban, yo era de las que no veía.Allí la gente estaba clasificada en categorías, yo era de las que me creía intelectual, y el era de los que se creían hostiles frente a los nacionales, y yo, era una nacional. Desde un principio tratamos que fuera algo diferente, por que el mundo esta lleno de cosas iguales que nos hacen caer en lo patético, y nosotros por supuesto no queríamos ser patéticos, por que ya éramos lo bastante desgraciados para caer en una desgracia mas, el conocernos.

Erramos a más no poder

Caímos y caímos sin darnos cuenta

En clímax tras clímax.

Hace años yo ya había vivido, tantas veces, con tantos olores y cosas desconocidas que daban miedo, así como algunas sombras y drogas por doquier, como Alicia en el país de las pepas. Me enamore tantas veces de zapatos bonitos y caras estereotipadas, y pensar que ahora una anda descalza por la vida, junto a un brazo con que escribir, y sangre menstrual como tinta, así como el signo femenino, así mismo como las cartas que les mande a mis padres pa’ que se acuerden que existí/to, será un acto heroico, como todos los actos de mi vida.Debo confesarle a aquel hombre algo bohemio, que muchas veces fui la chica de la barra, sola, la que se fumaba el cigarro de lado y que miraba a la gente con su baso en la mano, pensando cosas inimaginables que nadie podría pensarlas, pero que todos se preguntaron alguna vez. Era la chica que se imaginaba la inmortalidad del cangrejo como la película añeja, anémica pero con luces de neón.