Orgía gnóstica cristiana

Sentada sobre el cómodo satín de aquella silla, mirando la orgía que se origina en mi alrededor, estoy en presencia de una escena perfectamente iconoclasta, mirando los cuerpos de todos los perfectos participantes , fumo mi cigarro tranquilamente, reflexionando…
En estos momentos el tabaco si es mi placer culpable, en estos momentos el tabaco es perfectamente agradable, porque se vuelve mi compañía y mi cómplice de esta actitud voyerista.
Esto es una fragmentación del tiempo, esto quizás es el post-porno, esto simplemente no es nada, esto es levedad sublime, en estos momentos las palabras se las lleva el vuelo del viento y es el corazón que vibra y convulsiona, no los labios, no mis labios que sujetan firmemente el cigarro, los mismos, mientras observo esta grafica tan pausada, tan tranquilizante.
¿El participar seria engaño? Es una pregunta que en este momento ni siquiera cuestiono, nunca pretendí hacerlo, creo que me agrada más el observar, en estos momentos no sería capaz de hacer otra cosa, mi cuerpo, dentro de aquellos cuerpos desnudos no serviría de nada, solo sería un estorbo que mantiene su mente en otros ojos, la tentación, la excitación extrema que se respira en estos momentos es solo el murmullo inentendible del pájaro de Peanuts...
Saboreo un poco de vino que se sumerge dentro de mi copa barata y dejo marcada la aureola de mis labios rojos es su borde, me siento una mujer afortunada, el voyerismo es una actitud descendiente de reyes absolutistas, desde mi trono desciende los pensamientos obscenos que a mis pies se hacen realidad, la no participación me convierte en un ser omnisciente, que observa y se desprende de los gemidos que la irracionalidad hace escapar de las bocas rotas que abastecen de sangre mi vino, que sustenta mi placer demencial.
Sentada sobre el cómodo satín de mi silla, veo vergas y manjares, veo senos y piel adormecida por el sopor que expelen los cuerpos, observo mi cuerpo vestido y mis uñas rojas llenas de cenizas, uñas que desean rasgar un cuerpo, pero no aquellos…