El paradiso.
A veces me gustaría conocerte hace años, así tendría por seguridad que cuando los años corran y mire hacia la pared de atrás me recordare de ti y de todo lo que paso en la juventud, me recordare de ti como hechos causantes del pasado, de tus muecas absurdas para hacerme reír y mi enfermedad respiratoria crónica, serás un recuerdo ausente de los hechos presentes de miles de años luz mas delante de lo que llevamos construido. Alterando los momentos a puñados, que ya no se reflejan en mis recuerdos, sino como sueños que vuelven y vuelven a volver gracias al alzheimer, efectos contrarios de una enfermedad que va borrando mi nombre y mi cuidad natal, mis técnicas de aborto adolescente y cuanto te gustaba hacerme el amor, quien robo mis años, quien consumió las instancias que volvían cada ves, cuando cerraba los ojos frente a la ampolleta iluminadora del mismo dormitorio, que otra cosa puedo hacer si no mas que tratar de detener el tiempo, que mas puedo hacer que absorber un sorbo/morbo mas de vida sin tu compañía ,acriminándome con lo que queda de mi y ahogándome en los años acuosos que me consumen como los antiguos cigarrillos que solíamos fumar a veces en el patio del hogar construido con hojas secas de un invierno que nunca estuvimos juntos, del inviernos que no logro recordar, pero que vuelve como una pantalla hipnotizadora, reflejándome esta antigua vejez, avergonzándome frente al espejo y de las bolsas que se forman debajo de mis ojos, el pelo caído y la piel con arrugas, formando cicatrices pestilentes enmarcando mis labios con groseras líneas de expresión, las risas marcadas como huellas mutilantes de un pasado feliz.