Al final del arco iris.

Le dije al invierno que me dejara tranquila de una ves por todas, que las canciones clichés sobre sus desastres se hacían participe de mi vida una vez más, que cuando pequeña yo lo esperaba para usar la bufanda roja heredada de mi tata, también por las hojas secas que me gustaba pisar tanto, que ahora después de un tiempo, (corto en años y largo en vida) me emocionaba de sobremanera su viento y que conjuntamente le temía
Hoy le pedí al invierno que me diera un hijo, concebirlo en la lluvia sobre santiago, cuando muera la risa bajo las cunetas mojadas, cuando el día termine y aun así su viento siga soplando.
Le pedí al invierno que me diera un hijo.