Buenos días, hoy te bautizo a ti como mi inconsciente. Creo que nos conocíamos desde antes, nos hemos visto las caras un par de veces, yo mirando desde mi humanidad hacia dentro, y tú, apareciéndote en mis sueños. Lo más probable es que de ahora en adelante por mucho tiempo seremos solo tú y yo. Hace algún tiempo te reemplace por la conciencia de un otro, perdóname cariño, trataré de que no vuelva a pasar, no hay conciencia de otro que duela más cuando se  posiciona en tu lugar, lo que causa  más daño es perderme a mí misma. Extraño esa mente, extrañaré esa conciencia, muchas a veces anhelo con tenerla de vuelta pero ¿de qué forma es posible impedir el daño? 

La resistencia