Carta N°2: visitantes de mundos

Desde afuera siempre desde afuera, me gusta adentrarme en tu mundo, sin preguntarme por falsedades o verdades, solamente para entrar y luego volver a salir, y que tu mundo siga siendo el mismo, y que el mío se siga manteniendo igual, sin interrupciones ni complicaciones, un compartir momentos sin sumergirse en la oscuridad que existe en la rutina, en tus días "solo contra todos" o en mis días sin certezas, del “no sé” recurrente, del amar con libertad sin preocupaciones del “cuando no estás conmigo” el dar vuelta la realidad, del sorprenderse mutuamente, de citas indecorosas, del encontrarse en la calle alguna vez, de una rica taza de té, no del llanto amargo, de la pesadez inmediata, seguimos hablando el mismo lenguaje, yo sé que me entiendes, el compartir la vida no significa precisamente amarrar, sino de disfrutar los momentos que nos sostienen . No hay preguntas ni respuestas, solo una visita que refleja lo bueno que existe en esta vida.