miércoles, abril 08, 2009

No había otra instancia para el amor, por que él es levedad y yo la de peso, no existen más confabulaciones cósmicas para algún ocaso reencuentro, por que el tiempo nos disolvió en una insoportable conjunción simbólica, idiota, del cosmos. No hay goce ni engaño.
El ser se recreó carnalmente como suceso en el coito interminable, excitante, maravilloso.

1 comentario:

Esteban Videla Barrios dijo...

esta vezz no es igual que la primera, pero no por eso peor,

te lo dije

nunca me canso.