lunes, mayo 26, 2008

En la epoca que los continentes eran reducidos y los hombres, pequeños gigantes

Aquel día la inspiración llego sola, apareció como obra de arte, como un elefante caminando sobre el desierto esperándome para que yo lo montara, que recorriéramos el infinito sin llevar bolsos ni nada que pesara en nuestras espaldas, solo viajar.
Me saco con todas sus fuerzas desde el suelo seco, cortando todos mis apegos e insignificancias egoístas que solía tener con las demás personas, lo único que me dejo fue el cable a tierra amarrado a mis pies, un cable que cedía sin complicaciones, el que permitía que me diera cuenta que yo no era una mujer gigantesca, que mi altura se debía a que estaba sentada arriba de la figura elefantastica con espalda fuerte y colores hermosos.
Recorrimos por largo tiempo varios lugares...

1 comentario:

Rod dijo...

escribes muy bkn

me gustaria conocerte, como te llamas ?

xD

sigue asi linda, que sé que te sale del alma