lunes, junio 18, 2007



antiguo miembro del club

El paso del tiempo se hace más reflejo en aquel hombre sentado en una silla frente a mí, las marcas en su cara siguen intactas igual que el comienzo. arrugas aun no se condensan por debajo de su piel haciendo pliegues, no por ahora, solo llevo un par de días viéndolo constantemente y aun así siento que envejece, convirtiéndose lentamente en una imagen obsoleta, su cara se me pega a los ojos como aquellos temas en mi paladar, esas canciones añejas que da vergüenza pronunciar, mis motivos son claros , sus labios son el idéntico reflejo a mis intenciones y pasan a llevar su acabada vejez que día a día se complementa con su dialéctica y buen gusto para vestir, pero lamentablemente el contexto condiciona mi fracaso hacia el paseito de las desdichas , los prejuicios hacen que pierda el gusto por bailar un tango a media noche frente a su compañía y recuerdos, mis compañeros de mundo no saben que me estoy volviendo loca por el, es que sin quererlo sus manos viejas de recuerdos y de otros cuerpos me hacen padecer de un estado insospechado, inactivo pero con ganas de seguir cualquier orden que salga de su cuerpo, todo, a cualquier precio, pareciera que desde hace un tiempo ya no queda nada de el, la gente lo comenta, los días pasan sin niños sonriendo y columpios vacíos en las plazas con un dejo de fotografía en sepia, ojala te me borraras poco a poco cuando estés dentro de mi, compartiendo noche/ noche, ojala te me borraras desde aquí dentro y me dejaras un poquito de ti, para no extrañarte tanto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pedofilia a la inversa. q macabro.
jeje-
si muy lindo su relato sita.