viernes, abril 13, 2007


Desorden.




Fui reprimidamente reprimida a base de Ritalin, por eso ahora, y solo ahora, soy una gran mentirosa, de las mejores. Invento gente que para los demás no existen. Yo los veo. Existen.
Me monto a la paranoia argumentando alguna extraña servidumbre a la fantasía de los ósculos, que quieren parecer besos, pero que no lo son, ellos también fueron reprimidos desde que nacieron, por eso mienten y se hacen pasar por amor, algunos, los más rebeldes, quieren simular ser pasión y se argumentan en la anarquía.
Anarquía para los besos y las locuras, las almas y las lechugas recién lavadas, guiadas por el concepto de desorden, la desobediencia civil, que las bicicletas corran carreras sin dueños y que en su locura dios se apiade de mí, que la inocencia se escape a los burdeles y que de paso se tome un café, expresso, bien amargo, bien cargado. Que se acuerde de mi niñez. Y mientras yo, caminaré por el paseito de las canciones en ingles mal pronunciadas y confabularé una conspiración contra la dialéctica sin defensa contra mis faltas de hortografía y sintaccis, canviare las palubrias y las erad sateuv asta que se mareen y bomiten demtro del dixionario de la real acadenia de la lengua lapaesño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

a un segundo de decirte chau.
jaja fran perdoname, para la proxima tratare de que mis opiniones no te desilucionen.dale. :)
ciertamente notable el final, tus letras stan vivas.ahi se nota. eso es algo q cuesta lograr.


ARIGATO.